Río de Janeiro es definitivamente la sede de las Olimpiadas previstas para 2016. Un logro sumamente meritorio, toda vez que es primera vez que una ciudad de suramerica hospedará la magna cita deportiva de la humanidad.
Pero, ¿Como se logra este éxito ante ciudades rivales del primer mundo como Madrid, Chicago o Tokio?
Existen muchas variables que se podrían considerar: que si la rotación entre continentes que limíta que la sucesora de Londres 2012 sea otra ciudad europea, el rechazo hacia la realización de los juegos por la mitad de los habitantes de Chicago, la recesión económica japonesa; todos factores reales y válidos que jugaron a favor de Río, pero como en la vida misma, el éxito es una combinación de preparación y aprovechamiento de oportunidades.
Y Brasíl se ha venido preparando. Desde que sus instituciones destituyeron a un presidente corrupto (Collor de Mello 1.992), el gigante suramericano ha sido dirigido por líderes que apuestan mas a la trascendencia que a la permanencia. Itamar Franco cedió la candidatura presidencial a su Ministro de Hacienda Fernando Henrique Cardozo, y Lula, undirigente sindical de izquierda, ha impulsado la economía brasileña hacia las 10 mayores del mundo sobre la base de la libre empresa y apertura de mercados, que fueron las bases donde se sustento el resurgimiento económico que lideró su predecesor el cual le derrotó en dos elecciones previas.
Hoy Lula es uno de los líderes mas influyentes del mundo, monta una cumbre social donde participan líderes de la izquierda y el movimiento antiglobalizador, solo unos dias después de participar en el foro económico mundial de Davos. Coquetea con el discurso anti-imperialista de Chávez, pero le abre las puertas a las grandes empresas transnacionales, principalmente norteamericanas. Logra la sede de unas olimpiadas despues de haber logrado que Brasil vuelva a ser sede de un mundial de futbol, la pasión de este gran país, y de esa manera une a los brasileños mas allá de las doferencias de raza, clase social o ideología.
En fin demuestra una pragmática autonomía, y antepone los beneficios de toda una nación a intereses particulares y mezquinos, convirtiendose en un gran líder, ya casi por encima del bien y el mal.
Se enfoca mas en trascender que en permanecer, comparte el liderazgo, pero lo ejerce con contundencia cuando la situación lo amerita.
Detalles. Lecciones tanto para quienes pretenden ejercer el liderazgo a cualquier nivel, como para todos quienes conformamos esta sociedad con respecto al liderazgo que tenemos que propiciar y apoyar.
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